En primer lugar creo que es preciso distinguir entre las dos acepciones que tiene la palabra diseño: uno referido a la actividad del diseño mismo (el ejercicio de diseñar u acto proyectual), y otro al objeto de esa actividad, o sea los diseños o formas producto del ejercicio del diseño. Por lo que la actividad y los productos del diseño no deben sustituirse con otros verbos o adjetivos, que distraen del valor semántico de la palabra en español.
En segundo lugar pienso que el diseño no puede confundirse con la creatividad. Como se desprende del párrafo anterior, diseño es una actividad, pero también una realidad física. Otra cosa diferente es inferir que el ejercicio creativo, que precisa de la creatividad o razonamiento abductivo, es inherente al oficio del diseño.
Finalmente no deberíamos tener prurito alguno en asumir la validez de la enseñanza del diseño, esto es, del aprendizaje del proceso de diseño como la característica de la actividad proyectual, la cual en términos muy generales se explica en la secuencia:
IDEACIÓN --> PREFIGURACIÓN --> CONSTRUCCIÓN